Oraciones para los enfermos

Oraciones para los enfermos

Cuando un familiar o amigo está enfermo o llega al final de su vida, puede ser difícil brindarle consuelo y ayuda. Estas oraciones católicas para los enfermos por los enfermos y moribundos tienen como objetivo traer paz y protección a los afligidos.

Oraciones para los enfermos

Señor Jesús, cuando estabas en la tierra, te traían los enfermos y tú los curabas a todos. Hoy te solicito que bendigas a todos y cada uno de los que están en la enfermedad, en la debilidad y en el dolor.

Por los que son ciegos y no pueden ver la luz del sol; la belleza del planeta, o los rostros de sus amigos: Bendice a tu pueblo, oh Señor. Por los que son suecos y no pueden oír las voces que les hablan: Bendice a tu pueblo, oh Señor.

Por los que están indefensos y deben permanecer en la cama mientras otros salen y entran:
Bendice a tu pueblo, oh Señor. Por aquellos cuya mente ha perdido la razón y aquellos que están tan nerviosos que no pueden hacer en frente de la vida: Bendice a tu pueblo, oh Señor.

Para los que deben afrontar la vida bajo alguna minusvalía; aquellos cuya debilidad
les fuerza a estar siempre y en toda circunstancia atentos: Bendice a tu pueblo, Señor.

Por los que sufren de enfermedades desgastantes o terminales y por sus cuidadores:
Bendice a tu pueblo, oh Señor. Por los que están cerca de la hora de la muerte y en su lucha final: Bendice a tu pueblo, oh Señor.

Padre, tu único Hijo tomó sobre sí los sufrimientos y las debilidades de todo el género humano; a través de su pasión y cruz nos enseñó cómo se puede sacar bien del sufrimiento. Mira a nuestros hermanos y hermanas que están enfermos, a quienes ahora recordamos de manera especial. En medio de la enfermedad y el dolor, que se unan a Cristo, que sana el cuerpo y el ánima. Te lo solicitamos por Cristo nuestro Señor. Amén.

Dios todopoderoso, al solicitar tu ayuda para nuestros hermanos y hermanas que están enfermos, te pedimos que nos ayudes a ser personas sanadoras en nuestro tiempo y sitio. Que tu amor toque a otros a través de nosotros, y que yo asista a todo el mundo a vivir en paz. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

Dios eterno, Jonás fue tragado por el pez a lo largo de 3 días y 3 noches, lo que resultó en que se volviese a ti mediante la oración a fin de que pudiese salir del vientre del pez. Hablaste al pez y devolvió a Jonás en tierra firme. Yo asimismo oro a fin de que Tú charles de mi enfermedad y mi enfermedad (incluyendo enfermedades terminales) para poder ser sanado por Ti. Creo en Tu palabra y en Tu divino poder, Amén.

Dios de poder resucitador, Tú resucitaste a Lázaro de entre los fallecidos a fin de que cuando revolviesen la piedra del sepulcro, Lázaro saliese. Tienes poder sobre la muerte. Tus palabras tienen poder sobre la muerte pues fue cuando Jesús afirmó “Lázaro, sal fuera” que Lázaro vino con las manos y los pies atados con tiras de lino, y el semblante envuelto en un paño. Señor, oro por tu palabra sanadora sobre mi vida. Yo creo que mi enfermedad asimismo puede “salir”, Amén.

Hacedor de milagros, cuando llamaste a los 12 acólitos a ti, les diste poder contra los espíritus repulsivos, para expulsarlos y curar toda enfermedad y toda enfermedad. ¡Declaro que por Tus heridas soy sanado y por Tu poder, soy sanado! Oro a fin de que sane todo género de enfermedad y enfermedad en mí para poder ser sanado por Ti, Amén.

Dios justo, he orado muchas oraciones acerca de mi enfermedad y peticiones de sanidad, pero es la oración de fe la que me salvará y hará que Tú me levantes. Padre, perdóname por mis pecados para que nada me impida sanar. Te confieso mis pecados y oro para que pueda ser sanado. La oración de una persona justa tiene un gran poder ya que está obrando. En el poderoso nombre de Jesús, Amén.

Santo Dios que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Precioso Dios, vengo confiadamente al trono de la gracia, para que pueda obtener clemencia y hallar la gracia que me ayude en mi tiempo de necesidad, en tiempos de enfermedad y en tiempos de muerte. Acudo a Ti buscando un género de sanación que convertirá mi situación actual por el hecho de que creo en Tu poder. Sé que Tú eres el Dios de la transformación, Amén.

Santo Padre, sé que en Tu casa existen muchas habitaciones. Si no fuese así, Jesús no le hubiera dicho a la humanidad que fue para ir a prepararnos un sitio. Por muy espantoso que sea el pensamiento de la muerte, hay algo más grande que la muerte para mí: la vida eterna. Tengo un lugar contigo en el cielo. Sé que nunca estaré solo, incluso a través de mi enfermedad. Sé que la muerte no puede y jamás me separará de Ti, Amén.

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