A veinte años de la visita de un Papa al Rincón
Por Daniel Estévez González / Fotos Daniel Estévez González
En la mañana de este miércoles 24 de enero Mons. Juan García, arzobispo de La Habana, bendijo e impuso el óleo santo a los enfermos del Santuario Nacional de San Lázaro, como hiciera hace veinte años el entonces Papa y hoy santo de la Iglesia, Juan Pablo II.
En la noche del 24 de enero de 1998, el Sumo Pontífice llegó al poblado del Rincón para extender su misericordia a los afligidos y enfermos. El Papa puso sus manos sobre la cabeza de los leprosos y rezó con ellos por sus dolencias, gesto que dejó una marca imborrable en la memoria de los presentes.
A manera de recordación, el arzobispo de La Habana, veinte años después de aquella visita, quiso rememorar lo sucedido y presidió una hermosa misa con los enfermos y desvalidos que llegaron al Santuario. Un momento de bendiciones y oraciones por todos los que sufren, los que están solos y desesperanzados constituyó esta celebración, en la que Mons. Juan García también recordó que la cruz, donde se encuentra el dolor y el sufrimiento, es un elemento constitutivo de la vida cristiana.